Aquí dejo este vídeo por cortesía de Rosa para ilustrar cómo sonarían los hexámetros. Yo tengo que decir que a mí me resulta extraño. Lo mismo es el tipo. A ver qué necesidad había de que apareciese en calcetines.
calcetines aparte, como dice Jose es muy interesante. fíjate que a mí ni me llamó la atención el detalle ese:)-siempre tan curioso esto de la percepción. y ahora que reparo en ello, tampoco me choca. al menos no son de deporte y con sandalias...
muy bueno. algunos de tus poemas me recordaron éste, una afinidad que ahora no puedo concretar-ya sabescómo anda mi cabeza- y que, en todo caso, va más de sensaciones que de concrecciones " Esta noche, buscando tu boca en otra boca, casi creyéndolo, porque así de ciego es este río que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados, qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor sabiendo que el placer es ese esclavo innoble que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.
Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni esperanza. Solo en mi casa abierta sobre el puerto otra vez empezar a quererte, otra vez encontrarte en el café de la mañana sin que tanta cosa irrenunciable hubiera sucedido. Y no tener que acordarme de este olvido que sube para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos y no dejarme más que una ventana sin estrellas"
ya me dirás que te parece. esta en un precioso libro llamado "Salvo el crepusculo"
Me encanta. Benedetti siempre consigue, o bien que me sienta identificada con lo que dice, o bien poner en orden parte del cacao que llevo dentro y que no comprendo bien hasta que me topo con alguno de sus poemas. Adoro a este hombre! Que bueno esto de "qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor sabiendo que el placer es ese esclavo innoble que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo".
Me he quedado con la boca abierta. :) De los calcetines mejor no hablar... pero es muy interesante ver cómo sonarían.
ResponderEliminarcalcetines aparte, como dice Jose es muy interesante. fíjate que a mí ni me llamó la atención el detalle ese:)-siempre tan curioso esto de la percepción.
ResponderEliminary ahora que reparo en ello, tampoco me choca. al menos no son de deporte y con sandalias...
muy bueno.
ResponderEliminaralgunos de tus poemas me recordaron éste, una afinidad que ahora no puedo concretar-ya sabescómo anda mi cabeza- y que, en todo caso, va más de sensaciones que de concrecciones
" Esta noche, buscando tu boca en otra boca,
casi creyéndolo, porque así de ciego es este río
que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados,
qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor
sabiendo que el placer es ese esclavo innoble
que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.
Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni
esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.
Y no tener que acordarme de este olvido que sube
para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos
y no dejarme más que una ventana sin estrellas"
ya me dirás que te parece. esta en un precioso libro llamado "Salvo el crepusculo"
se supone que lo había comentado en la entrada de Benedetti...
ResponderEliminarMe encanta. Benedetti siempre consigue, o bien que me sienta identificada con lo que dice, o bien poner en orden parte del cacao que llevo dentro y que no comprendo bien hasta que me topo con alguno de sus poemas. Adoro a este hombre!
ResponderEliminarQue bueno esto de "qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor sabiendo que el placer es ese esclavo innoble que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo".